El pasado lunes 18 de junio tuvimos la última sesión del taller de habilidades sociales y expresión emocional que llevamos a cabo en Cáritas. Este proyecto surgió desde la demanda de los propios usuarios de Cáritas, que sentían la necesidad de contar con un espacio donde intercambiar sus emociones, compartir recursos psicológicos y aprender nuevas herramientas para afrontar los problemas de la vida y seguir creciendo a pesar de las dificultades.
Cáritas, en el contexto de esta crisis, está llevando a cabo una labor crucial. En el año 2011 atendió en la Región de Murcia a 114.390 personas, lo que supone un aumento del 10,18 por ciento respecto a los 103.821 personas asistidas en 2010, a pesar de que los ingresos se han reducido un 20,4 por ciento respecto al año anterior. El Secretario General de Cáritas Murcia afirmaba hace poco que "el 36 por ciento de la población en la Región de Murcia está en situación de pobreza, mínimo un tercio de la Región está por debajo del umbral de la pobreza, esto supone que uno de cada tres niños está pasando necesidad y que más de 80.000 personas están en situación de exclusión social, en pobreza severa".
Sin embargo, no debemos centrarnos únicamente en atender las necesidades más básicas (como las de alimentación). Si nos quedamos ahí podemos caer en una especie de "caridad de la limosna que perpetúa la pobreza". Es necesario dotar a las personas en riesgo de exclusión de herramientas que fomenten progresivamente su autonomía. Es necesario ir más allá de la atención a los estómagos vacíos, y preocuparse también por los corazones vacíos. En este sentido, cada caso que llega a Cáritas es completamente diferente, por lo que es necesario un acompañamiento individual para que la ayuda sea realmente humanizadora.
En esta atención al interior de las personas (y no sólo al interior de sus despensas), Cáritas de Santiago de la Ribera es un referente en la Región de Murcia. Cuenta desde hace más de un año con la labor profesional de una trabajadora social que dota de rigor al trabajo de la organización. Desde su trabajo con los usuarios y usuarias surgió la necesidad de trabajar a nivel emocional, donde la psicología empezó a formar parte también de este equipo La pobreza de recursos genera hambre, pero la pobreza de abrazos, de redes sociales, de herramientas personales para afrontar las situaciones...esa pobreza, genera alienación.
Ponemos fin a este proyecto por este curso, esperando que las personas a las que hemos acompañado en su propio crecimiento se vean enriquecidas, con nuevas capacidades para gestionar su ansiedad, para comunicarse con los demás, para expresar su malestar, defender sus derechos y favorecer su propia salud y bienestar.
Algunos aspectos que hemos trabajado:
- Estilos de comunicación: agresivo, asertivo y pasivo
- Trabajar prejuicios y sesgos cognitivos
- Risoterapia
- Gestión de la ansiedad: relajación muscular, respiración diafragmática, visualización...
- Medidas de higiene y control de estímulos para tratar el insomnio
- Expresión del afecto y del malestar
- Ejercicios de terapia bioenergética. Prevenir y mejorar contracturas musculares
- Elaboración del duelo
- Y lo fundamental: apoyo social entre los miembros del grupo
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