El pasado viernes 9 de diciembre, Omar Villar, del Centro de Psicología Kairós, presentó una ponencia sobre "Liderazgo y psicología aplicada a la pastoral juvenil". Dicha ponencia se celebró en el marco de las II Jornadas de Pastoral con jóvenes que organizó la Delegación de Pastoral Juvenil de la Diócesis de Cartagena.
En primer lugar, Villar introdujo la importancia de tener en cuenta la perspectiva psicológica en la pastoral juvenil, así como la importancia que el Concilio Vaticano II dio a esta disciplina para la evangelización. A continuación expuso aspectos importantes de la psicología del desarrollo adolescente y sus implicacones en la pastoral juvenil. Seguidamente expuso unas pinceladas sobre el liderazgo y la figura del catequista o agente de pastoral en estos términos, haciendo hincapié en el hecho de no asumir un rol paternalista o autoritario con las personas adolescentes (que necesitan oponerse a las figuras de autoridad para crear su propia identidad). Finalmente habló del Análisis Transaccional y su aplicación práctica en el acompañamiento de los y las jóvenes en el trabajo pastoral.
- Antes que trabajar con "jóvenes" trabajamos con Personas. Este trabajo requiere sorprenderse ante lo maravilloso de la humanidad, con la certeza de que cada persona es única (y como creyentes, que es un don de Dios)...hay por tanto que acercarse a este misterio con sumo respeto, curiosidad y admiración.
- El adolescente sufre un periodo de crisis en el que busca su identidad. Necesita posicionarse en contra de las figuras de referencia para ir construyendo su YO. El autoconcepto se hace cada vez más complejo (es decir, van definiendo cómo son) y evalúan los diferentes aspectos de su YO (autoestima).
- Como están desarrollando su identidad debemos ser cautelosos con nuestros comentarios (sobretodo los referidos a aspecto físico).
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- Son muy emocionales, por lo que nuestro diálogo con ellos debe tener un fuerte componente emocional (pero sincero). Primero debemos ilusionar y enamorar del mensaje, después les enseñaremos a "dar razón" y a pensar la Fe.
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- Necesitan el apoyo del grupo, por lo que el grupo puede ser una fortaleza en el inicio de la formación catequética.
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- Debemos mantenernos en una posición intermedia. Situarnos como figura de autoridad les hará menos receptivos a nuestro mensaje
- Si somos capaces de re-encauzar la energía que hay detrás de la rebeldía y la transformamos en compromiso social, tendremos a una persona con gran capacidad de trabajar por el Reino
- La Fe debe de personalizarse, de lo contrario tendremos una Fe grupal que morirá cuando el grupo muera (generalmente tras cumplir su objetivo, por ejemplo, tras celebrarse la confirmación). El grupo debe de ser una maqueta de la Comunidad Parroquial, un espacio transicional a la progresiva integración en la Comunidad como adultos en la Fe.
- Si adquirimos un rol paternalista, alimentaremos en los catequizando actitudes infantiles.
- Si alimentamos el estado adulto del catequizando (posicionándonos nosotros también como adultos) estimularemos una Fe adulta en el catequizando.
- Si tenemos la visión de un Dios Padre Crítico, y enseñamos esa visión a los y las jóvenes, alimentaremos en ellos una actitud infantil, ya sea rebelde o sumisa. Ninguna de esas dos actitudes favorecen una espiritualidad madura y adulta.
- Si enseñamos a un Dios Nutritivo que exige desde el amor, alimentaremos respuestas de niño adaptado que crecerá hacia posiciones adultas. Si nos sentimos amados de entrada, generaremos un sentimiento de seguridad que nos permitirá arriesgar de forma consciente y tomar decisiones aceptando las consecuencias que se deriven de ellas.
-COMO AGENTES DE PASTORAL TENEMOS LA RESPONSABILIDAD DE PROMOVER UNA ESPIRITUALIDAD Y RELIGIOSIDAD MADURA, ADULTA, ENRIQUECEDORA Y LIBERADORA ...PERO PARA ESO TENEMOS QUE TENERLA NOSOTROS PRIMERO
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